Toni Nadal es entrenador de élite y principal artífice del éxito del uno de los grandes tenistas de todos los tiempos, su sobrino Rafa Nadal. Actualmente destaca como experto en desarrollo de habilidades personales para el éxito.

 

Thinking Heads: Uno de los secretos del deporte como fenómeno de masas es que buena parte de los fans ven en sus ídolos lo que ellos quisieron llegar a ser en algún momento, ¿cualquier persona con el cuidado, el entrenamiento y la constancia necesaria podría llegar a competir a gran nivel?

Toni Nadal: No sé si cualquier persona es capaz de jugar a un gran nivel, lo que sé es que cualquier persona es capaz, si pone atención y hace lo necesario, de mejorar enormemente. Evidentemente, cada cual tiene un límite. Hay gente cuyo límite es ser número uno del mundo y otros lo encuentran en el número 100, en el caso del tenis. En otros deportes, no todo el mundo puede ser un Usain Bolt o un Messi pero sí que todo el mundo puede llegar a jugar bien. Si analizamos distintos deportes veremos cómo hay gente que, teóricamente, sin unas grandes condiciones o habilidades naturales, ha conseguido llegar muy arriba. De manera que mucha más gente de la que llega podría haber logrado ser un destacado jugador.

TH:¿Cuáles son las cualidades más importantes que debe tener un deportista?

TN: Lo primero, depende del deporte, no es lo mismo si juegas al golf o al fútbol. Se necesita una buena coordinación, unas buenas habilidades y condiciones físicas de rapidez, de tener la capacidad de coordinación oculo- mano en el caso del tenis o o el golf, en el fútbol óculo-pie.

Para ser un destacado deportista hay que tener unas condiciones mentales importantes: tener buena perseverancia, estar dispuesto a trabajar cada día e intentar mejorar día a día. Y esto tan simple es lo que mucha gente no es capaz de hacer. Tener la capacidad de repetir las cosas una y otra vez y es fundamental reflexionar para corregir lo que en un principio no se hace bien.
En el deporte te empiezas a preparar desde muy niño y a partir de que vas avanzando, vas corrigiendo los detalles que te costaba aprender.
Todos los jugadores del mundo han conseguido mejorar mucho con los años, nadie nace aprendido. No queda más remedio que ser perseverante porque lo contrario resulta imposible.

TH: ¿Cómo se desarrolla al máximo el potencial de una persona?

TN: Reflexionando y repitiendo. En cualquier ámbito de la vida lo primero es saber cuáles son tus cualidades y qué cualidades se necesitan para hacer una determinada cosa. No se necesitan las mismas cualidades para jugar al ajedrez que para jugar al golf, al tenis o al fútbol. El físico que es bueno para el básquet no necesariamente lo es para el fútbol, lo primero que tienes que saber es qué cualidades se necesitan para destacar en una actividad y a partir de aquí analizar tus características e intentar desarrollarlas para mejorar las que haces bien y corregir las que no.
El problema es cuando uno se quiere engañar a uno mismo y se quiere creer que tiene las habilidades de Federer o Messi, si no eres Messi no hagas el juego de Messi. Analízate bien a ti mismo, como decía Confucio, conócete bien a ti mismo y a partir de aquí intenta desarrollarte.
Engañarte nunca suele ser un buen consejo.

TH:¿En qué se basa el concepto de trabajo para Toni Nadal?

TN: Yo tengo un concepto de exigencia, no de trabajo. Yo tengo un concepto de hacer lo que necesito hacer para ser bueno.
Hay un trabajo que es puramente trabajo, hay que hacerlo. Después hay una parte de qué necesito hacer para alcanzar los propósitos que me propongo. Si quiero ser el número 1 no es lo mismo que el 100 o el mejor de Baleares. A partir de aquí tengo que estar dispuesto a hacer lo necesario. El trabajo, en cualquier ámbito de la vida, pasa por la reflexión, por analizar bien las situaciones e intentar ver qué tengo que hacer. Esto es lo que hemos procurado hacer toda la vida. Viendo la situación, y teniendo en cuenta que el mundo cambia, intentar ir modificando los temas.
Engañarse nunca suele ser bueno.

Si entiendes la situación, es fácil detectar el problema. Si tu no aceptas el problema, es casi imposible encontrar la solución.