A nivel mundial, la sostenibilidad se considera un criterio de compra importante para el 60% de los consumidores y el 85% de las personas indica que ha cambiado su comportamiento de compra para ser más sostenible en los últimos cinco años. Aparte de las razones éticas, ¿aumentará la sostenibilidad el valor de su marca? ¿Los consumidores estarán dispuestos a pagar más por su producto?

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Las personas están dispuestas a pagar más por marcas sostenibles.

Esta correlación entre ser percibido como sostenible y una alta disposición a pagar muestra que cuidar nuestro planeta vale la pena, en muchos niveles.

Muchas marcas en todas las industrias muestran una correlación positiva entre la sostenibilidad percibida y una alta disposición a pagar, pero las marcas de alimentos tienen una ventaja.

En todas las industrias y países, la sostenibilidad es un criterio de compra importante, aunque el precio y la calidad continúan dominando, por ahora.

Las marcas percibidas como sostenibles deben estar a la altura de las ya altas expectativas de los consumidores, entregando y comunicando su compromiso con la sostenibilidad para beneficiarse del aumento de ese deseo de pagar más.

Los consumidores también se ven a sí mismos como los agentes del cambio, lo que implica que el llamado a la acción para que las empresas se adapten nunca ha sido más urgente.

Los consumidores más jóvenes están tomando medidas más activamente para ser más sostenibles.

Los Millennials y Gen Z se están convirtiendo en una fuerza a tener en cuenta, ya que siguen representando una mayor parte de la demografía de los consumidores.

 

El cortoplacismo es enemigo del crecimiento.

Las empresas deben invertir, innovar y transformar sus modelos ahora para proteger su rentabilidad y viabilidad a largo plazo. El surgimiento de disruptores sostenibles y la creciente conciencia de los consumidores servirán para impulsar la expectativa de alternativas sostenibles asequibles.

El cambio de mentalidad es clave. Y se necesita valor y perseverancia para repensar proactivamente un negocio. Pero sobre todo, para un desarrollo estratégico de futuro, se necesita corazón.

La palabra ‘coraje'», proviene del francés ‘coeur’, que significa ‘corazón’. Tenemos que humanizar de nuevo el liderazgo, necesitamos empatía, la capacidad de escuchar a los demás, y debemos ser inclusivos y estar orientados a un propósito.

Las empresas que no tienen la sostenibilidad como parte de su propuesta de valor central deben actuar ahora para protegerse contra futuros impactos en la reputación y pérdida de participación de mercado, no pensar en las implicaciones podría tener consecuencias a largo plazo para las empresas tradicionales.

La importancia relativa de la sostenibilidad durante el proceso de compra seguirá aumentando. Cada vez más consumidores clasifican la Sostenibilidad como uno de los cinco factores principales de valor.

A medida que aumentan las expectativas en torno a la sostenibilidad, las empresas enfrentarán una presión significativa para demostrar sus credenciales de Sostenibilidad y continuar convirtiéndolo en una parte central de su propuesta de valor.

Una parte sustancial de los consumidores está actualmente dispuesta a pagar por la sostenibilidad, lo que demuestra que existe un mercado para las empresas ‘verdes impulsadas por una misión’ y por qué vemos un aumento en las empresas sostenibles en todo el mundo.

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La demanda de productos sostenibles sólo puede crecer.

La sostenibilidad tiene que ver con las personas y el impacto en sus vidas, la sociedad y el planeta, no solo con los productos o los procesos.

Casi el 90% de las personas dice que está de acuerdo con la sostenibilidad, de ellos menos de un 5% sabe cómo ser sostenible.

No hay espacios de divulgación lo suficientemente potentes o estratégicamente diseñados para llegar a los ciudadanos: todos quieren ser sostenibles pero nadie quiere pagar la transformación. La sostenibilidad no es un destino, es un viaje permanente. Para lograr el objetivo hace falta que se integren cinco sensibilidades: la administración pública, las empresas, la academia, los medios de comunicación y los ciudadanos. Se trata de un plan compartido que necesita el compromiso de todos.

Se está gestando una nueva forma de hacer negocios y relacionarse con el mundo. Muchas empresas se han convertido en TOTEMS de nuestra sociedad, donde conceptos como liderazgo, valores, sostenibilidad son indispensables.

Hoy parece que invertir en Sostenibilidad es costoso, no hacerlo lo será aún más.