La situación que estamos viviendo es excepcional, para todos. Estamos viviendo un duelo: la ilusión del control sobre la vida ha caído por su propio peso. Sin embargo, es una oportunidad de oro si decidimos usarla. Para deshacernos de la necesidad de control que tanto nos limita. Para explorar nuestra enorme capacidad de experimentar lo que sucede de forma saludable e inteligente. Para encontrar las soluciones creativas que se encuentran más allá de las certezas. Para recuperar el poder que le habíamos cedido a los acontecimientos externos. Para ser verdaderamente libres abrazando la inevitable incertidumbre.

¿Hacia dónde mirar cuando todo lo que ves fuera parece derrumbarse?

¿Dónde encontrar la libertad, la creatividad y la paz en un mundo frenético y de futuro incierto?

Esta crisis mundial, que ha de ser enfrentada por todos y cada uno de nosotros, necesita preguntas valientes y relevantes, y respuestas urgentes, eficaces y permanentes. No es tiempo de divagaciones ni medias tintas, no es tiempo de más de lo mismo.

“Este planeta tiene, o mejor dicho, tenía el problema siguiente: la mayoría de sus habitantes eran infelices durante casi todo el tiempo. Muchas soluciones se sugirieron para tal problema, pero la mayor parte de ellas se referían a los movimientos de pequeños trozos de papel verde; cosa extraña, ya que los pequeños trozos de papel verde no eran precisamente quienes se sentían infelices” Douglas Adam, Guía del autoestopista galáctico.

Es importante que vuelvan a circular pequeños trozos de papel verde; esas soluciones son necesarias. Pero hemos de ir mucho más allá si queremos contribuir a que eso ocurra, y lo haga de una manera más saludable, inteligente y sostenible para todos.

Es tiempo de aceptar la clara invitación de la vida a explorar un territorio lamentablemente desconocido hasta ahora para la mayoría, y que se encuentra en la dirección contraria al lugar donde hemos estado mirando para encontrar seguridad, fortaleza y certezas.

Este territorio es YO AHORA.

YO, la palabra más utilizada en cualquier idioma, es a la vez la más desconocida. AHORA, el único momento que existe, el menos habitado. Sin embargo, YO AHORA es el entorno opuesto a VUCA, y explorarlo es la vía para liberarnos de la esclavitud del miedo, la preocupación y las limitaciones.

Desde hace miles de años, diferentes sabios y maestros de todas las tradiciones espirituales nos han mostrado el mapa de ese territorio. Y todos ellos coinciden en la esencia de las prácticas para conquistarlo: Meditación y Mindfulness.

Estas prácticas milenarias han sido actualizadas y adaptadas en los últimos años, y ampliamente avaladas por cientos de miles de estudios científicos de las mejores universidades del mundo. Y nos invitan a descubrir la vida desde otra perspectiva más amplia, más amable, más creativa.

Mindfulness es fluir con lo que sucede, con lo que es, aprovechando el impulso evolutivo y la infinita inteligencia de la vida. Es saberse vivo, consciente y conectado momento a momento. Y la meditación es el entrenamiento para ello. Desde esta perspectiva, los cambios externos no nos alteran ni definen quién somos, y podemos acceder a la capacidad de vivirlos y enfrentar las situaciones sin dejarnos atrapar por el miedo. Lejos de paralizar la acción o la creatividad, estas surgen de un nivel más profundo, más allá de los pensamientos y reacciones condicionadas que no permiten ver soluciones nuevas.

Para iniciar este camino solo se requiere valentía. Valentía para despojarnos de la necesidad de confiar en lo que una vez nos hacía sentirnos seguros, y explorar la inmensidad que abarca este espacio interior lamentablemente olvidado.