Internet y las nuevas tecnologías han revolucionado los negocios, los procesos de comunicación y la forma en que la marca se relaciona con el público. Pero la transformación digital no sólo afecta a la empresa, también debe aplicarse a su cúpula directiva ya que el posicionamiento digital de la empresa depende del posicionamiento del CEO.

Si tomamos como ejemplo las empresas del Ibex 35, se puede ver cómo el uso de las redes sociales por parte de las empresas está muy extendido el 97% tienen perfil en LinkedIn, el 85,7% en Youtube y el 82,9% en Twitter— pero esta tendencia no se refleja en sus directivos: un 62,1% de los presidentes y consejeros delegados no tienen ni Twitter ni LinkedIn, y sólo un 24,2% tienen perfil en la segunda red.

CEO, la voz corporativa de la empresa

Las redes sociales son una plataforma idónea para impulsar la comunicación corporativa, pero que se haga únicamente desde los canales oficiales de la empresa ya no es suficiente. Los altos directos son la voz de la compañía y los consumidores quieren saber quiénes son, cómo actúan y cuál es su praxis y estrategia empresarial. El posicionamiento digital del CEO es imprescindible.

Son muchas las funciones que el CEO, como representante de la empresa, puede tener en redes sociales, pero la mayoría de ellas responden a una táctica comunicativa y de mercadotecnia y es, sin duda, la oportunidad de mostrarse como una empresa accesible a los usuarios y, por tanto, generar e incrementar la confianza del target y conectar con potenciales clientes de la marca.

Existe un nexo innegable entre la reputación de la empresa y la de su CEO y sus acciones y el uso que éste haga de las redes sociales debe conectar con los valores, la filosofía y la cultura corporativa.

El binomio de tener una buena estrategia comunicativa y generar contenido de calidad en estas plataformas aumenta y mejora el liderazgo y el posicionamiento personal del directivo en otras esferas (establecerse como experto en management, digitalización empresarial, etc.) y genera una mayor visibilidad de la empresa ya que el CEO no sólo acude a ponencias y congresos como experto, sino también como embajador de la marca.

No se puede hablar de oportunidades sin nombrar los riesgos y la barrera entre lo personal y lo profesional es una de las líneas rojas a las que los CEO deben enfrentarse en redes sociales, así como la gestión de posibles crisis de la empresa. Por ello, su presencia en estos medios debe responder a una estrategia planificada y orientada a la persecución de unos objetivos concretos.

Los altos directivos son la voz y la cara visible de la compañía y, aunque eso conlleva una responsabilidad añadida en redes sociales, trabajar su posicionamiento digital, imprimir su personalidad y mostrarse con transparencia son dos aspectos claves para tener credibilidad. Es lo que se conoce como behind the scene y consiste en humanizar la compañía contando lo que en ella pasa (anécdotas, logros, nuevas incorporaciones, fiesta de empresa…), que se vuelve mucho más efectivo si es el CEO el que lo cuenta.